El parvovirus es un virus de la familia Parvoviridae. Es la principal enfermedad vírica canina. Afecta sobre todo a cachorros, a partir de las 6 semanas, produciendo una alteración de las vellosidades intestinales.
La forma más habitual de encontrar esta enfermedad es con signos clínicos gastrointestinales. Podemos ver que nuestro cachorro presenta vómitos, pérdida de apetito, estado anímico débil y un cuadro diarreico muy maloliente.
El parvovirus afecta a las células intestinales (enterocitos), produciendo la muerte de los mismos y necrosis del tejido, lo que causa el cuadro gastroenterico hemorrágico.
La enfermedad es de incubación rápida y de curso agudo. El virus mata al animal en los primeros diez días; si no lo hace, el cachorro forma defensas y destruye el virus. Si a partir del momento que realiza la primera deposición con sangre, el cachorro sobrevive 7 días, es muy probable que sobreviva, siendo muy críticos los 4 primeros días que es cuando, generalmente, se produce el desenlace fatal. Si al cuarto día el cachorro deja de vomitar, camina, empieza a mover la cola, hay esperanzas de que se salve, pero es una enfermedad muy grave que nunca se sabe ciertamente que va a pasar en esos diez días, ya que puede decaer en cualquier momento.
El diagnóstico se lleva a cabo en la consulta, mediante la observación de los signos clínicos del paciente y con la realización de un test de parvovirus.
El tratamiento se basa en la sintomatología del paciente, ya que en la actualidad no existe un tratamiento curativo concreto. El objetivo es tratar los síntomas que presente nuestro cachorro, sobre todo la deshidratación.
Principalmente nos basamos en administrar antiemeticos y antiácidos, además antidiarreicos y en lo posible los primeros dos días mantenerlos a dieta, para incorporarles posteriormente la comida poco a poco.
Es esencial la limpieza del lugar donde se aloje nuestro cachorro, para controlar la dispersión del virus.
La prevención de la parvovirosis se lleva a cabo con la vacunación del cachorro. Existe una vacuna, que se administra con el protocolo habitual de cachorros, a partir de la 6 semana de edad.
Es importante que a la hora de vacunar el animal esté perfectamente sano y desparasitado porque cualquier bajada de las defensas puede causar que la vacuna no tenga el efecto que debería. Además hay que intentar vacunar a los cachorros con vacunas que tengan una carga antigénica alta, dado que parte se inactivaran con los anticuerpos maternos a nivel sérico hasta las 12 semanas.
Desde nuestro centro hacemos mucho hincapié en llevar un protocolo correcto de vacunación y desparasitación. Es una parte fundamental en la vida de nuestra mascota y de su futuro.
Cualquier duda, siempre podéis contactar con nuestro centro https://cvgranada.com.
